Según la definición de la Confederación de Asperger de España, el Síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del autismo y que tiene efectos sobre las relaciones sociales, la comunicación, la capacidad para aceptar los cambios y la poca flexibilidad en la forma de pensar.
Detección del Síndrome de Asperger
Es, posiblemente, el tipo de TEA más difícil de diagnosticar. Porque las personas con esta condición no presentan ningún rasgo físico o discapacidad intelectual que los identifique. Es más, algunos de ellos tienen un coeficiente intelectual superior a la media y unas aptitudes sobresalientes en materias o actividades que no precisan de una gran interacción con los demás, como por ejemplo la informática.
En ocasiones los síntomas del Asperger pasan desapercibidos para los propios padres, siendo los maestros durante la etapa de educación primaria (normalmente entre los 6 - 9 años) los que, muchas veces, detectan o sospechan que un alumno suyo puede tener este problema por su comportamiento en clase y, sobre todo, por sus escasas habilidades sociales.
Cuando un profesor sospeche de la presencia de un niño con Síndrome de Asperger, debe ponerlo rápidamente en conocimiento de la dirección del centro educativo y, por supuesto, de los padres, ya que estos deberán llevarlo a un especialista médico para que confirme el diagnóstico.
¿Cuándo consultar al médico?
Ante la sospecha de un trastorno del espectro autista, es de suma importancia comentarle cada inquietud al médico, ya que algunos síntomas pueden estar relacionados con otro tipo de trastornos o con el desarrollo propio del niño. Esto debido a que cada uno evoluciona a su propio ritmo y no de una manera cronológica exacta. Sin embargo, este tipo de trastorno no suele manifestarse antes de los 2 años.
El diagnóstico del Síndrome de Asperger pueden realizarlo los psicólogos, psiquiatras, neurólogos, y también pediatras y neuropediatras. Es importante señalar que nos encontramos ante un síndrome sobre el que muchas veces se han realizado diagnósticos equivocados.
En la actualidad, sigue sin estar del todo clara su etiología. Por ello, los profesionales deben contar con formaciones específicas como el Máster en Neuropsicología, además de con un alto grado de experiencia tanto en la evaluación como en la intervención terapéutica. Pero más allá de quién lo realice, contar con un diagnóstico precoz del Síndrome de Asperger es vital para el desarrollo y la evolución del paciente.
Los signos del Síndrome de Asperger aparecen por lo general en las primeras etapas del desarrollo del niño, cuando son notables ciertos retrasos en las habilidades del lenguaje y las interacciones sociales.
Ante cualquier duda o preocupación referente a su comportamiento, es indispensable consultar a un especialista, quien podría solicitar pruebas de desarrollo para determinar si hay un retraso en las habilidades cognitivas, del lenguaje y sociales del paciente.
A pesar de que no hay una manera de prevenir este síndrome (ni tampoco los demás trastornos del espectro autista), el diagnóstico e intervención temprana pueden ayudar considerablemente a mejorar el desarrollo de las habilidades físicas, lenguaje, y la conducta del niño. Incluso, la intervención de especialistas, independientemente de la edad del individuo, será útil para su vida diaria, social y laboral.
Síntomas del Síndrome de Asperger
Aunque los síntomas pueden variar de una persona a otra, en general se pueden destacar los siguientes aspectos que nos pueden ayudar a saber si puede existir o no un Síndrome de Asperger:
No disfrutan mucho del contacto social y muchas veces prefieren estar solos.
No interactúan con otras personas de la misma edad y tiene pocas amistades.
Son muy competitivos y su objetivo es ganar siempre.
No son tolerantes a la frustración.
Sus reacciones emocionales (ira, tristeza, alegría, enfado), a veces, son desproporcionadas.
Entienden lo que les dicen de forma literal, en especial durante la infancia.
Pueden tener un discurso que es plano y difícil de entender.
Carecen de tono, entonación y acento.
Pueden tener un estilo formal para hablar que es avanzado para su edad.
Les gusta la rutina y la repetición de actividades, cualquier cambio les altera.
En ocasiones realizan movimientos repetitivos con las manos o con el cuerpo.
Pueden tener expresiones faciales, posturas corporales y gestos poco frecuentes.
Les puede faltar coordinación. Pueden ser algo torpes.
Tienen intereses muy focalizados en determinadas actividades.
Por lo tanto, las áreas afectadas por el Asperger son las siguientes:
Las relaciones sociales. En la infancia, un niño con Asperger tiene pocas habilidades sociales, algunos detectan con dificultad las emociones, por lo que tienen respuestas emocionales que pueden ser inadecuadas para un momento determinado. Son personas muy inocentes por lo que pueden ser objeto de burlas en el colegio, por ejemplo. Mientras que en la adultez, tienen grandes dificultades para relacionarse con los demás. Esto no significa que eviten el contacto social. Pero les faltan instintos y habilidades que los ayuden a expresar sus pensamientos y sentimientos y a notar los sentimientos de los demás. Les gusta estar solos aunque a algunas personas con Asperger la soledad les produce frustración.
La comunicación verbal y no verbal. En la infancia, el lenguaje a utilizar con los niños con Asperger debe ser sencillo, con palabras que puedan entender con facilidad y sin utilizar metáforas, porque entenderán todo lo que les digas de forma literal. A veces, los niños con Asperger memorizan frases y luego las utilizan en otro contexto, pero ese contexto no es el idóneo. Por otra parte, la mirada del niño puede ser fija y es difícil que tengan un contacto visual con quién les habla. Mientras que en la adultez, es posible que no reconozcan indicadores verbales y no verbales ni que entiendan normas sociales. Por ejemplo, pueden mirar fijamente a otros, no mirar a los ojos o no saber lo que significa el espacio personal.
Obsesiones concretas. Las personas con Asperger suelen tener determinadas obsesiones que pueden estar relacionadas con la colección de un determinado objeto o con los horarios del autobús, entre otras muchas cosas. La obsesión suele ser intensa, pero puede cambiar de objeto a lo largo del tiempo.
Rutinas inflexibles. Una persona con Síndrome de Asperger se acostumbra a una determinada rutina u horario y le cuesta mucho salir de ella. Esperan que las cosas se hagan siempre igual y se muestran inflexibles ante cualquier cambio.
El tratamiento del Síndrome de Asperger
Es posible que el tratamiento que se utiliza para una persona no sea efectivo para otra, pero existen determinadas terapias que pueden mejorar las habilidades y son las siguientes:
La terapia cognitiva, le ayudará a gestionar sus emociones, a reconocer las emociones de los demás y a mejorar su relación con otras personas.
La fisioterapia le puede ayudar en los problemas de motricidad que tenga.
La terapia ocupacional también puede favorecer sus habilidades motoras.
El entrenamiento de habilidades sociales también puede ayudar al niño con Asperger a mejorar sus relaciones con otras personas.
En general, lo más aconsejable es diagnosticar y tratar el Asperger cuanto antes. El tratamiento para el Síndrome de Asperger consistirá en maximizar las capacidades para el desarrollo, el aprendizaje y el desempeño social y comprenderá terapias desde la niñez hasta la adultez.
Tratamiento en la niñez
Cada niño es diferente, por lo que no hay un enfoque único para todos. Es posible que el médico tratante deba probar varias terapias hasta encontrar una que funcione de la manera correcta. Las mismas pueden ser:
Entrenamiento en habilidades sociales: en sesiones individuales o en grupo, los terapeutas le enseñan al niño a expresarse de la manera más adecuada y también a interactuar con los demás.
Terapia del habla y lenguaje: mejorará las habilidades de comunicación del niño, ayudándolo a mantener una conversación y comprender las señales sociales como los gestos con las manos y el contacto visual.
Terapia cognitiva conductual: ayudará al niño a cambiar su forma de pensar, para que controle mejor sus emociones y conductas.
Educación y formación de los padres: esto servirá para que puedan trabajar las habilidades sociales con el niño en casa, aprendiendo parte de las técnicas que le enseñan al niño.
Tratamiento en la adolescencia
En el caso de los adolescentes, necesitarán un entorno de apoyo, comprensión y respeto. Una buena práctica es motivarlo a participar en situaciones que ayuden a reforzar su autoestima y faciliten su integración en el grupo. También será conveniente proporcionarle estrategias de autocontrol que le permitan analizar su conducta y tener una imagen positiva de sí mismo, siguiendo con ejercicios que colaboren con la actividad orientada a la salud y entretenimiento y no a la competencia.
Un adolescente con Asperger necesitará apoyo a nivel académico, como directrices muy claras para las tareas y contar con un profesor de apoyo. La práctica de actividades extracurriculares también lo ayudará a reforzar sus puntos fuertes y reforzar sus habilidades.
Tratamiento en la adultez
Las terapias de mejora de la autoestima, autoconcepto realista y positivo serán de gran importancia para los adultos con Síndrome de Asperger. Quienes a su vez necesitarán de tareas secuenciadas, planificación y estructuración del trabajo con objetivos claros y bien definidos. Un servicio de orientación y asesoramiento personal y familiar también será de gran ayuda para minimizar la pérdida de atención y trabajar diferentes necesidades sociales.
Medicina
No hay ningún medicamento aprobado que trate el Síndrome de Asperger o los trastornos del espectro autista. Sin embargo, existen aquellos que pueden ayudar con los síntomas relacionados o comorbilidades, tales como la depresión, la ansiedad y/o la irritabilidad.
Recomendaciones para concluir
En conclusión, es fundamental acudir a un médico profesional ante la sospecha de tener el Síndrome de Asperger. Solo un especialista con la formación y la experiencia adecuada puede realizar un diagnóstico preciso, garantizando una evaluación completa y objetiva. Evite caer en los auto-diagnósticos que circulan masivamente en las redes sociales, en internet, así como la ofrecida por influencers o creadores de contenido en TikTok o Instagram, debido a que suelen ser inexactos, fomentando la desinformación y llevando a malentendidos o tratamientos inapropiados. La intervención debe ser con un profesional, presencial, ya que no solo asegura un diagnóstico correcto, sino que también ofrece acceso a recursos y estrategias terapéuticas esenciales para mejorar la calidad de vida. Por lo tanto, siempre es recomendable buscar la orientación de un experto en salud mental.
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Qué debes hacer ante la sospecha de tener el Síndrome de Asperger.
Fuente: 'Asperger: cómo detectar el síndrome y qué hacer' por Equipo de Expertos en Educación para Universidad Internacional de Valencia. 2022. 'Todo lo que debes saber sobre el Síndrome de Asperger' por Policlínica Metropolitana de Caracas. 2020.
Autor: Universidad Internacional de Valencia y Policlínica Metropolitana de Caracas.
Nota: El contenido original ha sido resumido, editado y amenizado por El Mundo de Aspi para facilitar la lectura. Se han añadido colores, imágenes y otros elementos visuales para mejorar la experiencia del lector.
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